
Nota escrita por: Celina López Farías, Maestría en Lingüística Hispánica en la UNAM, madre de familia y docente desde hace más de 12 años teniendo a cargo a más de 2 mil estudiantes de nivel secundaria, preparatoria y licenciatura
5 errores que debes evitar al educar a tu hijo preescolar
En este último blog seguiremos con dos fallas más que cometemos como padres: sobreprotegerlo y evitar hacerlo responsable :
- Sobreprotegerlo: Se quiere evitar a toda costa que el niño no padezca ningún tipo de sufrimiento. A menudo los padres quieren que el entorno se adapte a sus hijos, no viceversa, los padres crean una esfera invisible que los protege, pero que no les permite desarrollar adecuadamente sus habilidades y resolver sus dificultades.

Consecuencias:
- Intolerancia a la frustración.
- Falta de empatía con las personas.
- Dificultad para resolver problemas.
- Egoísmo.
- Niños emperadores.
- Niños inútiles.
- Manipulación.
- Desarrollan temor a fracaso.
- Más propensos a tener relaciones tóxicas.
- Sufrimiento constante.
- Dificultad para socializar.
- Mentirosos compulsivos.
Soluciones:
- Confía en las capacidades de tu hijo.
- Que la objetividad sea tu aliada. Infórmate, edúcate, lee, pregunta a los especialistas.
- No lo compares con otros niños.
- Permítele que se equivoque y que sea un niño.
- No lo compadezcas.
- Corrige su mala conducta.
- No busques escuelas que sólo le proporcionen felicidad, fíjate que le brinden un desarrollo integral.
5.Evitar hacerlo responsable: Siempre pensamos que son muy pequeños para entender qué es la responsabilidad y tener que cargar con ella. Ya sea que hacemos todo por ellos porque “son pequeños”, se tardan, no lo van a saber hacer, esperamos el momento adecuado para hacerlos responsables y éste llega cuando ya es tarde. Uno de los grandes problemas que vive nuestra sociedad es que abunda la gente que no quiere asumir su responsabilidad. Lo vemos todos los días con nuestros gobernantes, las personas que no atienden en un negocio, etc. y todos sufrimos las consecuencias.

Consecuencias:
- No asumen obligaciones, consecuencias ni compromisos.
- Crecen pensando que sólo tienen derechos.
- Para cumplir sus obligaciones exigen ser recompensados.
- Bajo rendimiento escolar.
- Pocas posibilidades de establecer metas claras y alcanzar sus objetivos.
- Al desconocer las consecuencias de sus actos tomarán malas decisiones.
- Se vuelven personas poco confiables.
- Y la más obvia: se vuelven personas irresponsables.
Soluciones:
- No menosprecies la disciplina.
- Haz rutinas para cumplir todos los días.
- Asígnale deberes en la casa de acuerdo a su edad y verifica que los cumpla.
- Hazlo responsable de sus actos, que no pasen desapercibidas las faltas que pueden contribuir a que no sea una mejor persona.
- Explícale las consecuencias de sus actos.
- Alíate con la escuela, cumple con las tarea, ejercicios, participa activamente, mantén constante comunicación con ellos.
- Cumple lo que prometes.
Aunado a las soluciones es recomendable tener en cuenta estas 4 herramientas que siempre debes utilizar y que van a evitarte muchas horas de frustración, enojo innecesario, culpa y desesperación.

4 tools infaltables para blindar la relación armoniosa entre tu hijo y tú:
- Amor: Te permite actuar sabiendo que lo que haces es por su bienestar real, no para cumplir con sus caprichos. Quizá al principio tu hijo no será feliz, pero después entenderá. Abrázalo, bésalo, hazlo sentir importante, demuéstrale que lo quieres en todo momento con hechos y palabras. Ámate tú también, regálate un espacio, trabaja en algo que te haga feliz o ten un pasatiempo que te guste, acepta tus errores y aprende de ellos, no te harán más débil, sino más humano.
- Paciencia: Aun cuando hayas comenzado a educar a tu hijo desde pequeño siempre habrá momentos en que tu hijo te lleve al límite, en ocasiones pensarás que nunca logrará ser disciplinado, tranquilo, buen estudiante, atento,… y quieras tirar la toalla. No lo hagas, si tu hijo es normal seguro será inquieto curioso, gritón, travieso, juguetón, distraído,… Hay que aprender a diferencias cuándo se trata de una acción propia de la edad y cuándo es una falta que se debe corregir. Los gritos y los golpes no son una buena opción, corregirlos en el momento es lo idóneo, reflexiona con tu hijo, llámale la atención y resuelvan juntos el problema.
- Constancia: Es la clave para reforzar el buen comportamiento. Lo mejor es empezar desde que los hijos son bebés, pero a veces no se puede o no se hizo. Mientras más te tardes en empezar, más difícil será esta empresa. Lo mismo te digo si ves que nada de lo que has hecho parece funcionar, debes seguir, ser constante, todos los niños son diferentes y habrá algunos que tarden más en aprender que otros, esto no es una carrera de velocidad, es un maratón. No te angusties, a lo largo del desarrollo tanto de niños como de adolescentes hay curvas que podemos interpretar como retrocesos; sin embargo, el responsable de esto es su hermoso cerebro que está creciendo, así que sigue firme y mejor acostúmbrate a repetir instrucciones.
- Coherencia: Si esperas que tu hijo sea mejor persona, debes empezar por ti. Los hijos aprenden con el ejemplo diario, no con los sermones. No puedes pedirle que no sea agresivo si tú golpeas al vecino. Es importante tomar conciencia de qué es lo estamos enseñando a nuestros hijos con nuestro actuar cotidiano y si es coherente con lo que esperamos de ellos.
Palabras finales
- A un hijo no lo puedes regresar, dar en adopción, regalar, dejar perdido en el bosque,… los errores que cometas educando a tu hijo tendrán repercusiones en su vida adulta, en la tuya y en la sociedad, no puedes dar por hecho que se corregirán solos cuando crezca, esto rara vez sucede.
- Encontrar el equilibrio es lo idóneo, pero lo más difícil de hacer, procura no irte a los extremos.
- Así como para realizar nuestro trabajo nos actualizamos, para ser padres debemos prepararnos también, asiste a talleres de padres, toma cursos, convive con otros padres, lee acerca de temas de crianza y pon en práctica lo que aprendes.
- Disfruta tu paternidad. Ser padre no significa total sacrificio, debemos encontrar un punto medio, no renunciar a nosotros mismos, pero tampoco poner por encima a nuestros hijos, busquemos el balance. Aprendamos a reírnos de las situaciones que lo ameritan y bromea con tus hijos.
- La familia es un equipo, las obligaciones no deben recaer en una sola persona, todos deben colaborar.
- Habrá decisiones que se pueden negociar y otras que no, quienes tienen la última palabra son los capitanes del barco.