¿LEER? ¡QUÉ ABURRIDO!… PIENSAN ALGUNOS
Al escuchar la palabra “lectura” a la mayoría de las personas les ocasiona una sensación de sueño y por lo tanto aburrimiento. El solo hecho de imaginar que tenemos que leer un libro nos disgusta y evitamos lo menos posible tener contacto con estos. Sin embargo, la lectura es una acción que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, ya sea en revistas, libros, periódicos, murales, carteles, entre otros, y nos abre un mundo de posibilidades.
Para los niños en nivel preescolar “leer” un libro es algo divertido, aunque solo puedan ver las imágenes sin saber siquiera qué es en realidad lo que está escrito en ello. En esta etapa es donde puede iniciarse un verdadero gusto por la lectura, lo que en un futuro, para estos pequeños, ya no resultará algo aburrido y tedioso. Por lo contrario, se pretende generar interés y satisfacción al momento de estar frente a cualquier tipo de lectura.
A lo largo de mi práctica como docente me he dado cuenta, que padres de familia e instituciones educativas podemos caer en el error de apresurarlos en la adquisición de las habilidades para el proceso de la escritura y lectura, sin antes preguntarnos si ¿realmente el alumno se convertirá en un lector autónomo? Es decir, que decida por él mismo leer y disfrute hacerlo.
Por ello, creo que formar el hábito de la lectura desde temprana edad trae consigo grandes ventajas que quizás la mayoría de las personas desconozcamos. Debido a esto es que usualmente relacionamos la lectura solo como una actividad académica o para mantenernos informados.
Hace algunos años leí un artículo científico**, donde mencionaba que se habían realizado una serie de estudios donde comprobaron que leer hace más inteligente a las personas debido a que se muestra un incremento en la materia blanca del cerebro. Este elemento del cerebro se relaciona con el proceso visual, fonológico y semántico y en ellas tres es donde el cerebro distribuye la gran tarea de leer.
¿Conoces a Popeye? Supongo que sí, pues bien, imagina que la práctica de la lectura resulta para el cerebro lo que las espinacas para Popeye, ya que beneficia tanto el campo intelectual, como el social y el personal de los niños, jóvenes y adultos. Leer ayuda a desarrollar la imaginación y creatividad, también a tener una mayor concentración y capacidad de memoria.
Por ello la etapa de preescolar es el mejor momento para acercar a nuestros niños y niñas a los libros, ya que en estas edades presentan un gran interés por las historias, las adivinanzas, chistes, rimas, etc.
Te invito a formar en nuestros niños un hábito lector de una manera divertida y creativa ¡Qué tal si… nos disfrazamos de su personaje literario favorito! Mejor aún… ¿por qué no…? elaborar un cuento donde él o ella sea el personaje principal. O pregunta en tu escuela si puedes ir a contar un cuento a sus compañeritos del salón.
¡DIVIÉRTETE LEYENDO EN FAMILIA!
Escrito por: Miss Irery Peñaloza Amaro, titular Kinder 2
Fuente de consulta:
Revista QUO (2019). ¿Cómo cambia tu cerebro la lectura?. Consultado en: https://www.quo.es/ciencia/a27841452/beneficios-lectura-atractivo-inteligente/
Te presentamos a unos amigos de Mi Tobogán:
Littlebookmates, conoce cómo revolucionan la lectura: